Obras realizadas

En el año 1876 comienza a publicar sus primeros ensayos en revistas y publica el libro de Poemas a Jaime, que dedica a su hijo. Es importante su labor como crítica literaria a finales del siglo XIX y principios del XX. Su primera gran contribución crítica son los artículos publicados en La Época, recopilados en 1883 en el libro La cuestión palpitante, precedido de un elogioso prólogo de Clarín.De las impresiones recogidas de su viaje a Roma en el año 1887 surge el libro Mi romería. De este mismo año destaca el libro La revolución y la novela en Rusia y las obras De mi tierra (1888), Polémicas y estudios literarios (1892), La literatura francesa moderna y El lirismo en la poesía francesa.De su primera etapa destacan principalmente tres novelas de corte romántico: Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina (1879), el ambiente melancólico de la ciudad compostelana, las emociones líricas y la idealización femenina se mezclan en esta obra; Un viaje de novios (1881) y El cisne de Vilamorta (1885), en esta obra resalta la proyección de connotaciones románticas sobre el paisaje de O Carballiño y la tipificación sentimental del protagonista.La producción de Emilia Pardo Bazán se aproxima al naturalismo en 1883 con la novela La tribuna, en la que mujeres obreras son las protagonistas. La concepción naturalista de la novela de Pardo Bazán llega en 1886 con la publicación de Los pazos de Ulloa seguida de La madre naturaleza al año siguiente. El medio ambiente condiciona los comportamientos humanos, lo mismo que en la escuela francesa y el subdesarrollo rural genera la ignorancia y el comportamiento instintivo. La tendencia naturalista se cierra definitivamente en 1891 con la publicación de La piedra angular, en la que describe el mundo urbano coruñés centrándose en la bipolarización entre las zonas habitadas por la burguesía y el barrio marginado que bordeaba el cementerio. En Insolación y Morriña, publicadas en 1889, Pardo Bazán deriva hacia una etapa realista. En 1890 la novela de Pardo Bazán converge hacia una idealización religiosa con la publicación de Una cristiana y La prueba. El realismo moderado continúa en el ciclo Adán y Eva, formado por Memorias de un solterón (1891) y Doña Milagros (1894). Ya en los años 1905 y 1908 publica La quimera y La sirena negra, respectivamente. Son dos obras en las que incorpora una nueva sensibilidad y conexiones con la estética del modernismo. Su producción novelística se completa con obras como El niño de Guzmán, El tesoro de Gastón, El saludo de las brujas, Misterio y Dulce dueño, así como las novelas cortas La dama joven, Bucólica, Belcebú, Cada uno, La gota de sangre, Finaflor, En las cavernas, Un drama, La última fada, Rodando y La muerte del poeta.También gozan de una gran importancia sus numerosísimos cuentos, compuestos con una gran imaginación. Destacan sobre todo Cuentos del terruño, Cuentos de Marineda, Cuentos de Navidad y Año Nuevo, Arco iris, Cuentos de la tierra, Cuentos de amor, Cuentos sacroprofanos, Un destripador de antaño y otros cuentos...